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lunes, 22 de septiembre de 2008

El sello de cuatro reales

INGRESE A SITIOS CLASICOS DEL ECUADOR

El sello postal de Cuatro Reales es, indudablemente, uno de los más interesantes y raros de la filatelia ecuatoriana y, con toda propiedad, por su indiscutible rareza, se lo ha llamado EL PRÍNCIPE DE LOS CLÁSICOS ECUATORIANOS; pero no se le ha dado toda la importancia que merece, posiblemente por desconocimiento más o menos general de que son pocos los ejemplares auténticos que existen, en contraposición con la gran cantidad de falsificaciones que circulan en el mercado filatélico, aceptadas por la mayoría de los coleccionistas como piezas legítimas.

Desde hace algún tiempo cierto autor en diversas publicaciones, tanto en el país como en el exterior, ha buscado desacreditar a esta verdadera joya de la filatelia ecuatoriana, hac
iéndola aparecer como espuria, y en el artículo que publicó en el CONGRESS BOOK correspondiente a 1961 de AMERICAN PHILATELIC CONGRESS, afirmó que fue falsificada en el año 1868 junto con otras tres: 2 Reales verdes Reales canela y 12 Reales roja, por el Sr. Manuel Rivadeneira y su
hermana, y que estas personas fueron enjuiciadas por ese motivo.

Al hacer esta afirmación, dicho autor no quiere considerar que esta estampilla no apareció en 1868 sino en 1866; que tuvo uso indiscutido en el franqueo postal, como está probado por cubiertas de esa época; que el contrato original con el Sr
Rivadeneira ordena la manufactura de TRES planchas que, como hemos dicho, corresponden a las estampillas de Medio Real, Un Real y Cuatro Reales, pues las de Un Real, en sus dos colores, fueron impresas con la misma plancha; que ninguno de los tratadistas de la época o posteriores jamás han puesto en tela de juicio su legitimidad; que el valor de Cuatro Reales era necesario para el correo exterior; que el tamaño de la plana se conforma al de las de los valores de Medio y Un Real;
que la plana lleva líneas de marco iguales a las de la primera época de impresión de los otros dos valores; que nunca hubo tal juicio por falsificación y que, suponiendo que lo hubiera habido, es absurdo imaginar que al cabo de poco tiempo hubiera el Gobierno vuelto a contratar con el Sr. Rivadeneira nuevas impresiones de estampillas, como hemos probada por documento fehaciente; y que las estampillas de 2 Reales verde, 8 Reales canela y 12 Reales roja, no fueron falsificadas en el país, sino que es bien conocido que lo fueron en Boston tanto que se las conoce con el nombre de “las falsas de Boston”.

Por última, como prueba concluyente de que esta estampilla fue legítima, en fecha muy posterior a lo anterior, y gracias a su acuciosidad, el señor Miguel Tobón encontró en el archivo histórico que se conserva en la Casa de la Cultura Ecuatoriana el siguiente documento que prueba sin lugar a dudas la existencia legítima de esta estampilla:
“No. 1291.— República del Ecuador.— Ministerio de Estado en el Despacho de Hacienda— Quito a 30 de Dcbre, de 1865- Al Sr. Gobernador de la provinvcia- Se ha contratado con el señor Manuel Rivadeneira la construcción de cuatrocientas mil estampillas de portes de correo de a cuatro rs. c/u, en trescientos ps., a buena cuenta de los cuales dispone el Jefe del Estado se le den cincuenta ps, y se aplique al Arto. 75 del presupuesto general. — Dios guíe a US— (f) Manuel Bustamante”.

Si bien se contrataron cuatrocientas mil de estas estampillas, es de suponer que por alguna razón no se cumplió todo el contrato, sino sólo en pequeña parte, pues la rareza de esta estampilla es indiscutible.











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